4 mar 2017

Rollos matutinos 102

Aportación ondulatoria
Y ahora, ya desde luego mucho más cerca del final que del principio, me digo, hay que ver, ¿qué coños he hecho yo en esta vida? Y desde luego, lo mire como lo mire, es verdad que no ha sido gran cosa. Porque, sobre todo visto desde el punto de vista productivo, ¿de qué ha podido ser de provecho mi paso por esta función de la biología? ¿Y para quién? Y lo único positivo que se me ocurre del producto de toda mi existencia es lo aprendido. La película tan buena que he hecho del acontecer que me ha tocado. Ese criterio tan especialmente acertado que estoy seguro de haber sido capaz de ir extrayendo de todo por lo que el tiempo me ha ido paseando. Sí, porque otra cosa no habré hecho, pero comerme el coco sin parar buscándole los entresijos a todo lo que me he ido encontrando, desde luego, creo que sí puedo decir que eso lo he hecho todo el rato y con la seria precisión de una curiosidad científica obsesiva. No por ningún otro interés que por que no he podido dejar de hacerlo ni un momento y porque era lo único que me entretenía. En cuanto al método, he mirado siempre con más inclemencia hacia dentro que hacia fuera, y nunca me he permitido de verdad una mentira en lo que he visto. Siempre me ha sido gratificante esta cotidiana profesión. La única que he ejercido. Y estoy muy contento con el conocimiento que con su manejo he alcanzado de las cosas. Me digo que en eso sí que estoy al nivel del grupo de los mejores listos, y creo que me lo creo. De los listos o de esos que han llegado a hacer de sus comecocos materiales negociables que yo nunca me puse en serio a tratar de conseguir. Hasta me llego a creer que mi visión encierra algo que podría ser de gran ayuda para el devenir del mundo futuro. Y ahí me vuelvo a decir que de qué valdrá toda esa gnosis maravillosa que alucino si nada he escrito ni he dejado constancia de todo ese percibir magnifico sin duda en ningún tipo de soporte que pueda ser aprovechable. Sólo lo he ido imprimiendo escrupulosamente, en el endeble papel de mi conciencia, que es un lugar en el que ni se puede contractar ni puede ser de utilidad a nadie. Y, tras un rato de dedicarme a verme como el triste fenómeno fallido que seré, se me ocurre que a ver si va a pasar con esto del Ser como con lo que de la Materia dice la Teoría Cuántica. Que parece que demuestra que, además de que un cuerpo atómico pueda estar en dos sitios a la vez y ser y no ser al mismo tiempo, el que sea o no sea y esté aquí o allá depende también del observador. O sea, que algo así como que la conciencia influye en la realidad, vienen a decir como cosa muy cierta y, aunque imposible de comprender, experimentalmente más que demostrada. Y de ser así, oye, las conclusiones que haya ido sacando de todo ese andar mío extrayéndole los entresijos a la concatenación de situaciones que es el Tiempo todo el rato durante toda mi puta vida si parar, puede que hayan ido resultando, tras viajar por algún tipo de wifi sideral, en ser una pieza más, a lo mejor hasta que clave, en lo que sea que marca la dirección del desarrollo de lo que quiera que sea Esto. Y entonces... pues eso.
Pero que si no, pues que qué más da.

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