28 feb 2009

Rollos matutinos 17

Jodíos y jodías.


Me iba a arrancar diciendo que no me gustan los judíos, pero me he retenido a tiempo porque no es eso. Primero, porque hay muchos que no sólo no son sionistas sino que están de éstos más hasta el culo que nadie. Segundo, porque me interesa mucho, de por sí y para lo que quiero contar, no ser confundido con la mara de energúmenos subnormales que acostumbran a decir eso así. Tercero porque decir eso de un grupo debe suponer el haber probado de uno en uno cada uno de sus miembros y no es mi caso y podría ocurrir que conociera de pronto a alguno de ellos, incluso a lo mejor sionista y todo, que me provocara el suficiente atractivo como para que me enamorara incluso de la punta de su polla, si era por ahí donde residieran los encantos que me llegaran a encantar, y en ese caso, te lo puedo asegurar, no me importaría que la tuviera circuncisa o resultara circunfleja o fuera circunspecta a circunvalara o circunvalase ni que acabara siendo circóncava de tan circumconvexa. Te lo digo así para que quede claro de una vez y nos podamos entender en lo que me cabrea del asunto. No, no es que no me gusten los judíos. Lo que pasa es que, como grupo, los jodíos tienen cosas muy jodías, y eso es lo que no me gusta. Esa manía racialigiosa de andar todo el Tiempo masturbándose el existir con la idea de un dios horroroso del que pretenden encima la exclusiva propiedad en detrimento de los otros. Ese empeño en no dejarse desleír con el entorno. Al tiempo que se excluyen por definición aprovechan para sacar, por activa y por pasiva, el máximo provecho de su autoexclusión. No soporto ninguna religión, pero las que más asco me dan son las monoteístas. Y la judía es la madre de las tres más grandes del planeta. Y es que son más listos que el hambre y han sido capaces de clavar su Biblia entera a todos los cristianos, y gran parte de su esencia al mundo del Corán, sin perder ni un miligramo del derecho exclusivo a la utilización excluyente de su copyraight. Un libro tan perverso. Tenía razón Henry Miller cuando dijo que era el único que no dejaría leer a un hijo suyo menor de edad. Es una maravilla de la pornografía y tiene un estilo que me es envidiable por lo conciso y terminante. En el puedes encontrar todo lo proceloso. Desde el sexo pasional hasta el incesto violento, el orgullo la cólera la ira la ambición la envidia en cristales puros, pasando por todo tipo de crimen retorcido: el fratricidio infanticida, el parricidio, el filicidio fililí, el regicidio conyugente, más violencias de todo tipo de género que en el telediario de las tres, y los mayores exterminios genocidas jamás relatados, con todo detalle de las sarracinas y los acochinamientos exigidos por Yahvé, que ya ves que les fue ordenando arrasar uno por uno todos los pueblos que habitaban lo que ellos tienen el morro de llamar su Tierra Prometida, con la promesa de su invencible ayuda divina y el mandato ineludible de que no respetaran vida de hombre ni mujer ni niño ni ganado, y de que sólo debían guardar como botín el oro, porque ya ves, el oro, oye, sin embargo, es lo único que siempre es grato a los ojos de Yahvé a lo largo de su historia. Palabra de su dios escrita en el Libro de Josué una pila de veces. Creo recordar que en uno de esos exterminios, un jefe de una de esas tribus de Abrahán tuvo la osadía de no degollar ciertas ovejas, o quizás no sé qué mujer o niño de vencido, y eso hizo que Yahvé les condenara a todos a la mierda por no sé qué montón de años, como hacía siempre que le desobedecían, para que aprendieran. Sobre estas encuadernaciones ponen su diestra garra los más turbios cristianos para santificar los sucios cargos que consiguen alcanzar cuando son elegidos. El subconsciente imaginario de más de un tercio del planeta es Bíblico. Judío. Con una concepción del Universo, basada en una mitología, que es, la muy jodía, de las más malsanas que encontrarse puedan. Ahora a ver cómo nos quitamos de encima esa herencia asquerosa. Y así estamos de jodíos. Sobre todo esos a los que les ha tocado la china de tenerlos de forúnculo invasivo en medio mitá de su propio territorio. Porque eso es lo que pasa. Preguntaban el otro día, cuando ya se habían cargado casi mil palestinos en un par de semanas con el apoyo armado de todo el Capital, algún corresponsal de la tele española a una farmacéutica israelí en su farmacia de creo que Telaviv, algo sobre que qué pensaba ella de la escabechina que estaba ocurriendo en Gaza, o algo así. No se oyó en cualquier caso la pregunta directa, pero la respuesta de la farmacéutica, vieja, peripuesta y repintá como la tía María del Mercé que ha vuelto de París, con la sonrisa torcía y los labios de ya que más da, explotó así de enérgica y porteña en la pantalla:
-¿Qué es lo que vos creés? ¿Vos creés, que somos gladiadores- saltó indignada haciendo aspavientos en medio plano a la cámara-, que disfrutamos viendo la sangre como los romanos en el circo, que todo esto es para nosotros una diversión? No me digás boludeces ¿Es eso lo que vos creés? ¿Es eso lo que está crechendo el mundo? Nos están chamando mostruos, ¿y vos no ves que nos están obligando a hacerlo? ¿Qué es lo que vos querés ver? Cho no soy un mostruo que disfruto como los gladiadores, cho lo que quiero es conseguir vivir en paz y voy a hacer todo lo necesario para....

Pues haberte quedao en Buenos Aires, so jodía. Es lo que se me vino de inmediato a las mientes. O en la puta Pampa, o en donde sea que fuera de donde te movieras a realizar el jodío sueño judío llevando a plantar la pesadilla de tu farmacia a la tierra de otros. Y es que la situación y el acento de la tía eran la pura explicación de setenta años de conflicto. Aunque tenga que decir, por desesquematizar el exabrupto que, aunque la esencia del problema es el mogollón organizado de vasca que se ha ido para allá desde todos los países, siempre son las cosas más complejas de lo que se pueden expresar, y que, para detallar más mi idea sobre el tema, a mí, por supuesto, y por las mismas causas teologales, tampoco me gustan un pelo las cosas de Alá de allí. Ni las de allá. Pero tampoco las de Cristo aquí o acá o acullá, ni las de ninguna religión, de ahora o de mañana, que quiera tener en su objetivo la consecución de iglesias de más de un miembro. En absoluto.
Mucho menos si encima juntan con razzia el rezo de la raza al rito.

agradecimiento por la foto a http://14deabril.wordpress.com/2009/01/16/gaza-destruida/



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21 feb 2009

Rollos matutinos 16

La voráquina.
El Sistema es una máquina voraz. Todo lo engulle y lo transforma y lo caga hecho mierda. Come cada vez con más ganas y tiene cada vez más diarrea. Pero no, Sistema no es la palabra precisa para encarnar la Máquina Voraz. Sí, claro, el Sistema es su engranaje principal, pero no el artefacto. La Máquina Voraz es suprasistema. El Sistema está dentro de ella pero ella es más. Los antisistemas también forman parte de la Máquina Voraz. Por cierto una parte imprescindible. En realidad la vida misma es una máquina voraz. Claro. Pero tampoco es al aspecto Universal de la Máquina a lo que me quiero referir ahora. Lo que quiero que escudriñes es el modelo concreto de Artefacto Devastador Genuino que perfecciona cada día tu élite global y que manufacturamos todos en la cadena de montaje de la Civilización con la Banca Mundial como jugo digestivo, la Cultura como sistema nervioso trasmisor, motriz y lubricante, y el Progreso como café que si hace falta por motivo de salud se toma en su versión descafeinada y ya está. La máquina voraz es imparable, perfecta en su retroalimentación. Su estructura mecánica es más compleja que dios y aunque tiene muchas piezas distintas están interconectadas sin costuras, como la mítica túnica de cristo, formando una sola cosa. El Bienestar, la Democracia, el Mercado de Valores, las Ferias de Comercio, las armas nucleares, la energía eólica, la OMS, la ONU, la NATO, las O¿N?Ges, Bin Laden, el Papa, Manu Chao, los popes, los oscar, los ejércitos haciendo acción humanitaria, el Nóbel, la Alta Costura, el Terrorismo, La CIA, tu tía, esa del pueblo que es viuda de empresario con pensión desahogada y progre y culta y lee a Machado y la del otro, que es también viuda pero pobre y malvive en Vallecas en veinte metros cuadrados con una pensión cutre y vota a la carcunda porque a ver si no quién le va a defender sus cuatro cosas de tanto chorizo asesino criminal e inmigrante que anda suelto por ahí. O la de Maroto, que la pobre se quedó tonta de pequeña por haberse creído que lavarse la cabeza teniendo la regla era malo. Ahora vende cupones de la ONCE. Y la hortera esa pseudoguapa famosa que hace programas cutres de relitichou en la tele privada, asqueada en el fondo, si hace falta, pero que no para de vender en cuanto puede su sonrisa artificial llena de dientes demasiados blancos para que no sean falsos. Y toda la hornada tetranual de políticos electos en el mundo. El deporte, la droga, las becas científicas para la investigación, los créditos a fondo perdido para el desarrollo de las zonas depredadas, el turismo rural, la industria alimentaria contra el colesterol, el exterminio secreto de la emigración ilegal, el voluntariado de lucha contra el alzheimer, el google herth, estudiantes de másteres en desarrollo sostenible y de acción integrada para la salvación de ecosistemas autorregulables. ... Y yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos. Usted, ustedes. Ustedas. Y hasta el doctor chino ese pringaillo que en este momento lleva a toda pastilla el corazón recién desguazado del condenado a muerte que hace minutos fue preejecutado, a algún aeropuerto de Manchuria con dirección a El Vaticano, para un santo trasplante. Y los millones de abunditos, culpables piezas esclavas y sin nombre, que andan montando por na y menos todo el día, coches, cámaras, cosas, chismes, objetos, armas, chuminadas, microchips, pastillas de viagra, esto y lo otro que hace falta para que funcione y crezca sin parar el Gran Mercaraiso. El A.D.G. de marca. La Máquina Voraz.
Y por supuesto: el astronauta, que trabaja duro allá arriba, como que fuera de esto, para que un día se la pueda instalar en nuevos campos vírgenes, a devorar otros cultivos frescos. Por cierto que uno de ellos estuvo jugando al golf el otro día, con un palo de oro, en el Espacio, flotando a beneficio de la ciencia de anunciar no sé qué marca de... ¿cervezas, inversiones...?, ¡qué más da!, pa’llá lanzó la pelotita a que ruede eternamente en el reclamo más caro de la Historia Universal: La Máquina voraz se sabe apretujada, y está loquita por infectar otros Mercaplanetarisos habitables.

La imagen está pillada de amina.net



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