25 may 2008

Rollos matutinos 7


Paralelismo


De pronto es como si hubiéramos alcanzado el futuro perfecto, en el que todo se pasa de seguida que llega para seguir siendo eterno presente futuro, y todo lo que la Ciencia presentaba como no va más, allá en los tiempos locos de la Torre Eifel, ha quedado reducido a un hay que ver mi abuelita la pobre qué faldas usaba y con qué de invenciones absurdas estaban tan contentos creyéndose que eran adelantos increíbles. Ahora sin embargo sique sique. La Ciencia ha alcanzado el techo de la santificación y los charlatanes de elixires que iban en carromatos por los desiertos polvorientos de las pelis del oeste anuncian ahora sus productos milagrosos con retinol antiarrugas de venta sólo en farmacias. Fruto de este maravilloso futuro insuperable que nunca vamos a perder es no sólo lo que ya se está inventando sino lo que se inventará si no se ha inventado todavía da lo mismo cuando sea. Sin embargo, hay que ser tonto para no darse cuenta de que, si no es que volvemos a la prehistoria cualquier día como quién cae en un hoyo por caminar de noche, otros siglos vendrán que nos harán quedar a su sombra en el lugar de aquel de la expó de Paris. Con todos nuestra primitiva medicina de trasplantes y nuestros arteros métodos de viajar por el espacio ¿O es verdad que ya estamos en el techo de la escala y que un poco más allá se pincha el globo y volvemos al suelo de la gráfica para ponernos de nuevo a escalar la cresta como enanos programados por alguien que no existe? Podría ser, desde luego un fin tiene que llegar a haber. Pero algo me dice que este sentirnos los más listos de la Historia que no podemos evitar tiene que ver más con un rollo prepotente exagerao que con la subconciencia del apocalipsis inmediato. O al menos me da la gana suponerlo así para preguntarme luego: y en este caso, ¿cuáles son ahora los actuales Titanic insumergibles que se hundan, los Zeppelín punteras que se lleven en un llamarazo a unos cuantos de los más ricos del mundo, los correctos ismos que se proscribirán por atroces, las inocuas talidomidas que harán nacer miles de monstruos, los rayos X con los que el mundo juega divertido como aquellos locos que iban por las ferias ofreciendo en barracas el espectáculo de verse por dentro como una diversión, gracias a unos rayos que denominaron X, hasta que empezaron a notar que el juego tenía ciertas consecuencias macabras, irreparables, que estaban siendo la causa de que murieran como moscas los que jugaban con ello? ¿Cuáles son los Frankesteines de la actual Ciencia Científica?
No os preocupéis, la solución vendrá en el advenimiento del futuro que nos sobrevenga, que por más modernos que seamos no podremos evitar que nos arrolle. Tampoco es problema la vergüenza que nos toque, de todas formas para entonces estaremos todos calvos y no nos va a quemar que otros listillos se rían de nosotros ¿O es preferible antes de que la amenaza de un futuro mejor nos haga pensar en lo ridículos que somos el que se acabe aquí lo que se daba de ser más listos hoy pero más tontos que mañana? Hostias, hostias, pues a lo mejor es esa la causa subyacente de nuestra atracción fatal por el apocalipsis, fíjate.
(la foto impagable, ha sido pillada de http://www.nadandoconchocos.blogspot.com/ pero creo que venía de http://www.static.flikr/)


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