6 oct 2008

Rollos matutinos 11

Ganar el mundo.


De qué le sirve al hombre ganar el mundo si al final pilla almorranas. Dice el gran proverbio bíblico. Y eso es lo que me ha hecho pensar la noticia de que la Thatcher anda además de con dodotis caros cagados en el culo, con la cabeza perdía. Hecha un adefesio sin juicio y maloliente. Haciendo el ridículo ante proletarios especializados en asistir ese tipo de espectáculo. Ella tan rígida y severa con las formas como fue. También se dijo eso de Reagan. Y en nuestro reino, por dios, del santo grial de nuestra transocracia. Suárez. En su caso la prensa lameculosle puso no hace mucho vaselina al drama sacando una foto en portada que bordaba el arte de cambiar gato por liebre y esperpento por ternura. Sus gracias y dineros le habrán valido al fotógrafo. El rey y él de espaldas caminando como dos amigos viejos por el jardín de su casa. De espaldas claro. Y a la distancia justa. Como que conversando. Con un fondo verde de boscosa fronda enfrente. El rey aunque con traje, de diario, el otro en mangas de camisa un poco remangadas. Oh, el peso amistoso del brazo real sobre el hombro derecho del alzheimeroso. Oh, la marcha de los dos, perfectamente acompasada, congelada por el clik en el instante anterior en que las puntas de los pies derechos abandonan el césped para dar juntos el paso. Lento, cadencioso, de rítmica poesía triste y marchita, con cierto parecido en el mecer al que ejecutan los soldados entrenados para llevar los féretros al hombro en los actos de gala grandílocua de los entierros solemnes y oficiales. Pero hay que ver que incluso así, de espaldas, aún hecha con el objetivo más parcial, y buscado el mejor de los momentos y la más provechosa de las quinientas tomas del instante, no puede dejar de traslucir la estampa el horroroso frente que la foto oculta, baboso, decrépito, con la terrible idiocia instalada en los ojos y en el gesto. A remate progresiva, por si no fuera suficiente como está todavía.
De qué le sirvió a la Thatcher tener de alambre los pelos del chumino.
¿Que así es como rueda la rueda? ¿Que otros habrán retomado sus doctrinas y recogido sus esfuerzos? ¡Pasarse la vida administrando la mierda seriamente para acabar haciéndoselo encima con locura! Una generación tras otra. ¡Pero ¿qué coño es Esto, Genomo?! ¡Qué coño es Esto y qué baza grotesca es la que pretenden llevarse, los que se dedican a perpetuar con su poder la existencia del Poder, en este juego absurdo que venimos todos a jugar desde no se sabe donde!
Porque sea lo que sea es sin duda algo grotesco. Y ridículo, que al fin, a mi, es lo que más risa me da. En este momento.

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