El Chunda chunda.
-¿Te has enterado de lo de la letra para el himno? La ha promovido el Comité Olímpico, no podía haber sido otro sector. En los órganos de dirección del deporte se reconcentra una patriochez subliminal que no veas. De siempre. En mis tiempos los profes de educación física eran los más fachas. Siempre iban de amiguetes con los de formación del espíritu nacional.
-¡Es verdad es verdad! Las mías eran todas de la Sección Femenina, no veas como eran de tiesas.
-Pues fíjate, todavía queda en esas ollas caldo de ese pa jartarse. Llevan tiempo con el culo aceo diciendo que es una pena que cuando nuestros deportistas ganan no puedan cantar en el podium... Es increíble. Lo ha escrito un parao de por ahí... Lo iban a proponer a Las Cortes, pero se han arrepentío. Parece que ni dios estaba por la labor... Desde luego la cosa era impresentable. Dos viva España, que si ya de por si tienen ñia las Españas en arenga, con el viva delante... Y que si corazón, inmenso mar, ¡ama a la patria!, cielo azul, gloria a los hijos... Kk, kk. Lo mejor es lo que ha dicho en el telediario un deportista de estos jóvenes que están de moda. Le han preguntado qué pensaba del invento y él ha dicho: Hombre, yo soy más de Paquito el chocolatero. Y me ha parecido una de las mayores genialidades que he escuchado últimamente. ¡Paquito chocolatero himno oficial de los españoles! A eso me apunto yo. Eso si sería limpiar del concepto patriótico la mierda que hay que barrer para siempre. Aire limpio. Sí señor. Abrir por una vez de par en par las puertas a algo serio.
-¡Sí es verdad! Y eso lo bailamos todos en cuanto estamos borrachos de lo que sea que nos ponga eufóricos.
-Un ejemplo impagable dado al mundo sería ese cambio. Y se ha producido otro detalle que es todo un guiño picarón del inconsciente colectivo acerca del himno... Todos los medios oficiales llevan días refiriéndose a él como el chunda chunda ¿No te acuerdas de lo frecuente que era allá por los setenta referirse a él con ese cachondeo colectivo? El himno era el chunda chunda. No porque no tuviera letra, sino porque era la forma más directa de poner al símbolo en el sitio que le correspondía. Por cierto que siempre acababa la emisión de la tele con él a media noche.
-A lo mejor es que las cosas más serias las decimos sin pensar.
-Desde luego. Al final el genio español además de ser de los menos religiosos del mundo es seguramente de los menos pringaos en la gilipollez patriotera. Y nuestro mejor destino en lo universal sería dar eso a la globalización. Fuera vivas a patrias militrónchicas. Quitarsus de encima las liendres patrióticas. Hagamos resonar la nueva marcha: ¡Paquitooooo...! ¡Hé!
-Escríbeme algo sobre esto, anda, que me parece que es muy importante.
Concluyó mi amiga ayer gravemente.
Y yo hoy, en cuanto he acabado el café del desayuno, me he puesto y lo he hecho. Incluso antes de ir al váter. Las cosas sagradas no pueden dejar de ser tratadas ni por la misma vida.
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